Psicoanálisis

 

El psicoanálisis trabaja sobre el malestar, cuando éste se expresa como angustia en una amplia variedad de síntomas como fobias, depresión, consumos compulsivos, etc.

 

Un indicio que permite a las personas que padecen dichos síntomas advertir la posibilidad de abordar un tratamiento es  el hecho de que su voluntad se ve sobrepasada por éstos, y deposita en el saber de un profesional la espectativa de sus solución. El psicoanálisis interviene en este punto, en el que la persona se ve agobiada, y urgida a dar respuestas a algo que la inquieta y la hace sufrir.

 

Hasta ahora no hay nada nuevo. Si bien al mencionado esquema se ajusta el itinerario de toda demanda de curación, una característica peculiar del psicoanálisis consiste en el modo de abordaje de esta demanda.  De inicio, el psicoanalista escucha, asume el saber que la persona, lo social, la cultura le endilgan, mas su trabajo consiste en hacer emerger el saber inconsciente que mora en la misma persona; un saber vinculado a la causa de aquello que lo aqueja, e implicado a su historia irrepetible.

 

A grandes rasgos, se diría que el psicoanalista no aborda al malestar con un arsenal de conductas correctivas, o reeducadoras, que apunten, mediante la fuerza de la repetición, o del ejercicio del sentido común,  al desarrollo de determinadas habilidades supuestamente deterioradas, sino que apuesta a la posibilidad de hacer que, en el marco de la palabra concretamente dicha, la persona se encuentre con que aquello que denuncia como problema se ajusta a una lógica y a un sentido vinculados a su historia misma. Lógica y sentido éstos que se expresan en la doliente monotonía repetivita que caracteriza al síntoma que se denuncia, que supera a su voluntad, y que es motivo de la demanda de atención profesional.

 

Alfredo Aloisio.

Psicoanalista